Hace un año de tu partida
Mi amor,
Ya pasó un año y 4 días desde que naciste y partiste.
Parece que el tiempo no ha transcurrido y que al mismo tiempo han pasado siglos. Son siglos de evolución interna en tanto crecimiento forzado por tanto dolor, y sin embargo también siento que de alguna manera sigo en el mismo lugar.
Pero ese mismo lugar es mi duelo. El duelo de una madre que siempre está aquí y que como nunca dejaré de amarte, pues nunca terminará. El duelo existe por extrañar a una persona que se ama, por ende el duelo de una madre es un duelo que termina hasta que nosotras nos morimos también. Por eso no me importa ya seguir en duelo por el resto de mi vida.
Se ha vuelto mi compañía, mi nuevo estilo de vida, mi nueva medida para mi nueva vida. Todo cambió, nada es igual y ahora que no estás, no quiero que nada sea igual como antes, porque en realidad nada puede ser igual, seguir com mi vida anterior sería como ignorar tu presencia, tu impacto en mi ser y sería traicionarme a mí misma, mentirme.
Me has regalado algo muy valioso. Puedo ver la verdad de manera mucho más fácil. Mi intuición ahora es mucho más aguda y con tanto dolor que he pasado estoy más en contacto conmigo misma y con lo que siento a mi alrededor. Puedo ver a través de las mentiras del mundo mucho más fácil, puedo ver a través de las mentiras de las personas, y no me importa nada que no sea real y verdadero.
He dejado los perfumes y el maquillaje, no porque no me “cuide”, sino porque ahora veo realmente lo que son, algo tan artificial, tan innecesario, tan falso, tan lejos de la verdad de una madre. Y el duelo de una madre nos hace ser madres desde lo más profundo, desde el amor infinito por alguien y la ausencia de poder entregar ese amor más que con la energía de nuestro corazón hacia nuestra aura y hacia el infinito de vuelta. No hay ningún bebé en el planeta que necesite que su mamá se maquille o se ponga perfume para sentirse amado y protegido. Al contrario, el perfume le impide disfrutar plenamente del olor a mamá, lo mismo con el maquillaje y el olor de sus mejillas.
¡Qué hemos aceptado en nuestras vidas!
Todo está al revés… porque el duelo viene a poner todo en orden.
No estamos locas, no. El duelo no nos pone la vida de cabeza. No. El duelo nos muestra lo que en verdad somos y la naturaleza humana. Nos pone las cosas al derecho y nos damos cuenta de manera más profunda, qué tanto el mundo está de cabeza. Y nos es imposible seguir con el status quo, nos es imposible o al menos a mí, seguir con las mentiras colectivas de lo que es aceptable o no, conductas sociales que más que nada han sido endoctrinaciones… Me es imposible seguir con la corriente si tengo que pisar aunque sea uno de mis principios con la verdad.
Gracias Gabriel por empujarme y acercarme mucho más a la V e r d a d, aunque de manera brutal, aunque de manera muy cruel.
Dame valor y ayúdame a comenzar a procesar nuestro segundo duelo, el de tu hermano Tomasito.. ya hace un mes de su nacimiento y su partida…, también. Aún no logro procesar de lleno tu partida cuando tengo otro duelo encima… No sólo una madre en duelo me puede entender, sino sólo una madre con doble duelo me puede entender…
Te amo mi amor, por toda la eternidad.
Mamá.