LUCÍA SIWY

View Original

Nuestro pasado y la Ansiedad...

El corazón palpita un poco más rápido. Llegan esos recuerdos de un evento traumático que viví. La ansiedad se siente en mis venas. Y me pregunto, ¿pero, cómo es posible que durante tantos años de mi vida no haya sentido esta ansiedad así?

Si se supone que los problemas de ansiedad vienen de traumas complejos de los primeros años de nuestra vida, ¿Cómo puede ser que ahora, décadas más tarde, sienta más ansiedad que antes? (Yo no recuerdo haber sentido ansiedad así cuando tenía 20 años…)

¿Te suena?

Y la respuesta es que casi todas las personas que hemos sufrido algún tipo de trauma severo, o trauma menos severo pero de manera repetitiva en nuestra niñez, nos ha hecho estar fuera de nuestro cuerpo. Y por eso pensamos que no teníamos ansiedad, porque “no la sentíamos”. Pero esto es y no es verdad al mismo tiempo.

Cuando estamos desconectados de nuestro cuerpo, literalmente NO sentimos todo lo que a nuestro cuerpo le ocurre. La ansiedad ahí estaba todo el tiempo, pero como de niños era una tortura vivir en cuerpo tan lleno de ansiedad, nuestro yo superior y nuestro cerebro para protegernos, nos desconectó un poco de nuestro cuerpo.

Aunque en ese momento este mecanismo de supervivencia era necesario para sobrevivir, tuvo un costo también. Y el costo es que probablemente nuestro cuerpo expresaba esta ansiedad con alguna enfermedad en la piel, o en algún órgano interno. Quizá un trastorno alimenticio como comer compulsivamente sin sentir cuando el cuerpo ya está saciado.., alguna enfermedad autoinmune, neurodermatitis, etcétera.

La terapia convencional ayuda mucho a entender de manera intelectual qué pasó y a encontrar mecanismos para “manejar” el estrés postraumático, la ansiedad. Es de mucha utilidad para manejarla. Pero…

¿Cómo la SANAMOS DE LLENO?

La respuesta es que las heridas emocionales no están en la mente, sino en el CORAZÓN, o en algún otro tejido del cuerpo donde esas emociones traumáticas y dolorosas quedaron atrapadas. Y la llave para sanarlas es ir directo allí donde nos lastimaron, en el CORAZÓN.

Cuando trabajamos de esta manera en las Sesiones de Sanación en la modalidad la Llave de la Compasión (Compassion Key), la sanación no está enfocada en la mente, sino en las heridas mismas, por lo que sanan de manera instantánea y profunda. No hay necesidad de pasar por la mente, de racionalizar, de justificar, de “entender”. Simplemente mediante las energías más poderosas del Universo que son El Amor y la Compasión, tu Ser Supremo logra sanar tus heridas. Es decir, la sanación durante la sesión es realmente autosanación.

Uno de los Testimonio Recientes

Estoy terminando el Nivel Máster como facilitadora de esta modalidad, y los testimonios que he recibido de mis clientes son en verdad maravillosos.

Te invito a darte la oportunidad de experimentar este tipo de Sanación Profunda. En el botón siguiente encuentras toda la información. Viniste a este mundo a brillar con tu luz propia, esa luz que tienes desde antes de haber nacido.

No tienes que convertirte en nadie, más bien quitar capas y capas, de heridas, de karma, de protecciones, de trauma, de todo lo que esa una distorsión en tu propio crystal de reflexión. Te mereces una vida llena de abundancia y felicidad en todos los sentidos, llena de propósito y éxito en tu propia misión en este mundo.

Mil Bendiciones.

Lucía.