LUCÍA SIWY

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Tu sanación y tu libertad es la transformación en el planeta

Es la una de la mañana…, hay helicópteros sobrevolando la calle.., el cantar de los grillos es casi tan fuerte como el de esos motores en el cielo, vigilando que nadie salga de sus casas porque unos cuantos deciden seguir con una agenda y una narrativa en particular para el ser humano…

Pero, elijo ver unos videos con dosis de verdad, con dosis de esperanza, con dosis de mensajes que llegan a mis células y a mi ser.

Dejo de tener miedo, me lleno de más coraje, de determinación, de fortaleza y de valentía.

Yo sé que la humanidad tiene un destino victorioso. Yo sé que vine aquí para vencer a la oscuridad. Yo sé que la humanidad triunfará. Yo sé que todo el sistema que nos hipnotizó por generaciones está colapsando. Yo sé que entre más luz hay, se ve más la suciedad. Yo sé que el caos es inevitable. Yo sé que después de la tormenta viene la calma. Yo sé que nuestros niños han venido mucho más evolucionados. Yo sé. Yo sé que es verdad.

Pero no importa saberlo nomás, eso es para mi ego, para tu ego. Lo que importa es sentirlo y vivirlo.

Dejemos de pre-ocuparnos. Ocupemonos de este momento. Seamos responsables de sanar nuestros corazones, sanar tu pasado roto, tu corazón roto, tus heridas de la infancia, porque ESOS SON EN VERDAD LOS TESOROS DE LA HUMANIDAD.

Cada herida que está escondida en tu corazón y encapsulada en las rejas de tu mente inconsciente es un diamante a tallar. Cada recuerdo lleno de dolor que no te atreves a visitar es una joya más que queda por pulir. Cada experiencia de sufrimiento que tu cerebro congeló para poder seguir, guarda un secreto para este mismo momento. Y no hay otros caminos, no hay atajos y tampoco hay otros caminos más largos. No hay manera de ir por la redonda, por arriba o por abajo, sólo se puede ir a través de.

Las piedras preciosas de tu libertad están esperando en tu dolor escondido y atrapado, en tu dolor olvidado. Y cuando te armas de valor, y lo visitas, y te das cuenta del dolor que viviste y por fin puedes llorarlo, sentirlo, y comprenderlo, podrás darle su validez, su lugar.., podrás honrarlo. Entonces poco a poco, con mucha compasión, podrás comenzar a soltarlo, a plena luz de tu consciencia, con todo tu amor y madurez, con todos los años que has juntado en este cuerpo, para poder dejar ir, y dejar ir.

El brillo de todos esos tesoros escondidos en tu corazón, las piezas que faltaba colocar para completar tu resplendor como ser humano libre y soberano, comienzan a sentirse. Es la luz al final del túnel de tu propio camino, es el verdadero inicio como persona completa, porque por fin reconoces esa parte tuya rota, que tanto has protegido hasta de ti mismo, esa parte olvidada pero clave para reclamar tu libertad, para completar tu ser, para ser más consciente, para brillar más y para poder hacer lo que viniste a hacer en este mundo.

El mundo necesita sanar, pero antes que nada, sanar sus propios corazones. Sólo así rompemos ciclos y podemos navegar esta realidad de mentiras con más facilidad, con gracia y con dignidad. Sólo así no lastimamos a nuestros niños con los mismos patrones inconscientes, sólo así dejamos ser parte de las mentiras y de la farsa colectiva, porque es imposible perseguir a la verdad, cuando no la perseguimos primero en el fondo de nuestros corazones.

Así que como bien ha dicho también una mujer maravillosa a la cual admiro muchísimo, Anneke Lucas, lo mejor que podemos ofrecer a la humanidad, es NUESTRA PROPIA SANACIÓN, para desde allí elevar al planeta Tierra, y desde allí, desmantelamos las mentiras colectivas, desde allí, desde nuestro corazón sanado, podremos al fin y por fin, dejar de necesitar a una autoridad que limite nuestra libertad, pues nuestros corazones ya no resonarán con nada que no sea nuestra soberanía y nuestra libertad como seres humanos libres y soberanos de este hermoso planeta.

Y desde ese lugar de libertad, de verdad y de convicción, haremos cada uno, con nuestros corazones sanados, lo que nos toca para reconstruir este mundo, para recrearlo y transformarlo todo, porque efectivamente casi todo, casi todo, lo que hemos conocido como la realidad del ser humano, ha sido una mentira, y tenemos que empezar de nuevo desde el principio.

Así que, lo más importante y el principio de todo, es y será siempre, NUESTROS CORAZONES. Te deseo un asombroso camino en tu sanación y en descubrir tus propios tesoros y diamantes escondidos.

Bendiciones a todos los seres humanos de este maravillosa Tierra.

Lucía.

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